viernes, 30 de abril de 2010

A las cinco de la tarde...

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.

El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.

Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde
.



¿Por qué me emociona tanto? ¿Es la música? ¿Es el fragmento del poema en sí? ¿Es el drama de la muerte de Lorca que todavía quiebra?

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