jueves, 1 de diciembre de 2011

Aquí todos gritan

Aquí todos gritan.
Y
mientras
tanto
o tanto mientras,
que ya no importa.
DIGO
Y mientras
yo
me corto las manos
con el filo azul
de tus cigarrillos,
él se muere.
Me asomé a la sala hace dos horas.
Continúa allí.
Él se muere.

Veo su juventud marcada
de putas, de aviones,
de campos quemados,
y de sal en heridas abiertas.
Veo la tierra húmeda
debajo de sus uñas
y el destello del fusil
que agoniza.
Y ahora él se muere
en la alfombra.
La colgué hace ocho días.

Jodido latín, jodeos todos.

Mis sueños
me cortan muy despacio
la punta de los pezones.
Él se muere.
Aquí todos gritan
y yo estoy tan cansada
de escucharles
de escucharme
de escupirme
escupirte
escupiros en la cara
a todos.

No sé qué es la
RABIA
la mía
que desborda, estalla, arde,
quema mi nombre
en las entrañas abiertas.
Sangre.
Semilla y sangre
de sal esparcida
que no jamás nunca nadie ninguno
puede dar fruto.
RABIA

RABIA que se me bebe las palabras,
que se me clava en las sienes
porque él se muere
en la habitación
con la piel marcada
de los electrodos
y las imágenes.
Se muere
y vosotros
TODOS VOSOTROS
tenéis la culpa.

RABIA
Hoy me he roto
en cuatro pedazos
y dudo
que mis dos piernas
vayan a seguir
un camino que se pueda
llamar
camino.
Mejor decir
RABIA
y no justificar, explicar afirmar
No nada nunca
RABIA

RABIA
Y
yo
creo
de verdad
creo
voy a volverme loca.


Man Ray fotografiaba así.

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