viernes, 16 de diciembre de 2011

Sumus. Estis.
Subjuntivo a la manera
de los suicidas.

El nombre del dolor no existe. Es concreto.

El hecho de que no coma carne de mi carne se debe a un tabú evolutivo. Quién lo diría.

Este miedo del alba
clavado
bajo las uñas.

Nacer y morir son verbos pronominales. Como no puedo nacerme en mi triste ausencia de agua, obvia explicitar lo que resta. Sepulcros. Cal. Llamaré a alguien para que los blanquee; quizá lo hagan los perros.

Subordinar mis palabras a esta mi triste brújula sin voz es una locura coordinada. La rosa entre las piernas de Rimbaud. El emperador está borracho... Y la nave va. Va va va. La conjunción de fonemas no tiene sentido si se me clavan las letras en los antebrazos. Doler también debería ser un verbo pronominal. Eso lo arreglaría todo.

Nota: No sé qué es esto.

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