lunes, 30 de diciembre de 2013

11 de noviembre de 2011

nunca sé qué hacer
con todos los poemas robados
todas las palabras
arrancadas de la boca
aplastadas bajo el peso
de los cuerpos
sudadas 
llenas de sangre
seca y semen
que no saben levantarse
que no saben decir
nada

la función utilitaria
última de la poesía
vaciada de contenido
y de forma
un pellejo liviano
sobre los hombros
que intenta cubrir las carencias
y se va haciendo más
pequeño conforme
lo golpea la lluvia

leíste por primera vez un poema de nicanor parra
en la fnac
a día 11 de noviembre del año 2011
no te gustó
christian grey es un tío sexy
porque necesita que lo salven
y no hay nada que nos ponga más
en esta época
que salvar a alguien
de sí mismo

viernes, 20 de diciembre de 2013

verdad

nos sentamos frente a la casa
de una mujer
con la que me pusiste
los cuernos

recojo flores
y las dejo en la puerta
porque alguien debe lavar
las heridas
que abres
en los otros

alguien debe acariciar
cubrir
sanar
el dolor que causas
en los otros

martes, 17 de diciembre de 2013

los relojes de cuco

se me acabó la constancia
cuando tenía once años
y después de dos
aprendiendo a tocar el violín
me di cuenta de que no valía
para eso

ahora es distinto
y no soporto quedarme quieta

me extiendo en la imagen
de esta noche
sobredimensionada

las personas egoístas escriben
sobre sí mismas en tercera
de singular
utilizan el olimpo entero
a nietzsche
los relojes de cuco
babilonia
los libros de kafka
y hasta
la soledad
de su miseria
etimológica
para hacerse ver

yo
no quiero
que nadie me vea
quiero aprender a verme
y como quiero desde el yo
escribo desde el yo
y cuando digo
algo, lo digo
desde el fondo
de literalidad absoluta
para que no se me compare
o para que se me compare
y a mí no me importe

no sé tocar el violín
pero estas navidades
seguiré aprendiendo el laúd
y arpa céltica

un día mi cuerpo se doblará tan alto
como el cielo

nadaré todos los días
de diciembre

mi madre supo que yo vendría al mundo
el día 13 de septiembre de 1993
he esperado el año 2013
desde antes de ser luisa
y le he sorbido la savia
hasta la última gota
quemándome
los labios

os he visto la cara
me he visto la cara

[en realidad, no he visto ninguna cara
porque las caras fluctúan
en el milagro
exacto
de la vida
en el milagro
de los que están
de los que estamos
vivos]


espero vivir
berlín violentísimo debajo de la piel
como nadie lo ha vivido

[porque nadie se parece a mí
nadie es yo
nadie es tú
nadie es él
nadie es nosotros
nadie es vosotros
nadie es ellas

me llamo nadie
y os estrecho las manos

en un mes, un año, ochenta años
estaré muerta

habré sido
tan feliz antes
que no me importará
el recuerdo

el problema de la memoria
es un error de cálculo
centrado
en el presente]

tengo la oportunidad
de ser yo misma
y la aprovecho
en construcción constante
en el yo cortado
en la capacidad de elegir
[y cómo se elige cuando no se sabe
y cuál es la calma
de no conocer
la verdad
y cuándo se vuelve
al espejo]

se me acaba 2013
y no tengo propósitos
más allá de seguir viva
tan viva
con tantas ganas de escucharos
de decir sí a todo
de decir no a lo que no merece la pena
(¿hay algo que no merezca la pena?)

viernes, 6 de diciembre de 2013

no me des nada nunca

necesito una nevera
que se parezca a mi pecho
una nevera
aulladora
que arda
cuando se la dejen abierta
y el frío se escape
y llegue así
el verano
antes del invierno
a esta casa

la casa sin mí

sin estar
necesitada
de mí

martes, 3 de diciembre de 2013

Herbst

salgo a la calle
porque hace mucho frío
y se me corta la piel
y me pongo bufandas inmensas
y me quedo frente a los escaparates
esperando los libros
los libros
o el desahucio

cuando era pequeña
mi madre sacaba el pijama de invierno
en diciembre

yo salía de la ducha
y ella lo colocaba sobre el radiador
después me vestía
con el pijama cálido

mi madre era un caballo
con las entrañas
rotas

yo no podía tocar el radiador
pero sí la dulzura
de la felpa

yo no sabía lo que era el radiador
sino un peligro abstracto
en la pared
que se volvía
conveniente
de vez en cuando

yo quería a mi madre
adoraba el pijama
blando
y caliente
la calma lenta
la casa amarilla

salgo a la calle
porque hace mucho frío
casi nunca duermo con pijama
si lo hago
lo caliento
durante diez minutos en el radiador
mientras me ducho
con gel
demasiado respetuoso hacia mi piel seca

pienso en todas las decisiones que he tomado
en los meses sin depilarme
en las formas suaves de la cadera
en el cambio de peso, el cambio
de ritmo y el tatuaje
que vendrá pronto y los aros
que ya no tengo y los que
llegarán
seguro que llegarán
y pienso en el gel
de aceite de oliva
en la cerveza y las bragas 
sobre la mesa
en la calidez de esta casa
de esta vida
de esta vida que construyo
a la que ahora
vuelvo

salgo a la calle
porque hace frío
porque no tengo miedo del frío:
en invierno se me abren los labios
y sigo sonriendo
a los espejos
sigo viéndome
más allá

de los espejos

domingo, 1 de diciembre de 2013

mi hija quería ser acróbata

escancio coca cola zero
en vasos de plástico
y os invito a pasar
porque soy una tía educada
y no me diréis que no
no me diréis que no os habéis acordado
de abrir los ojos

vamos allá

me he quemado los antebrazos
con los hornos
que se levantan
en la entrada de mi casa
son hornos
bonitos:
chimeneas estrechas
harina acumulada
bordes
negros
de los dedos
hundiéndose en el calor

la autopista a 253º C
podría enfurecer los neumáticos
y destrozarme
los ojos
así
camino despacio
dibujo las fisuras
0,6 cm
en la piel de los antebrazos
fisuras imperceptibles
como las costuras de plomo
que encuentran caminos
en las costillas
y se esconden a dos centímetros
bajo la piel
luego
levantas los hilos
no hay anda
no hay nada
no hay nada

[esto ha sido un ejercicio de exhibicionismo
ahora
voy a decir la verdad]

últimamente no duermo bien
solo dos o tres horas
cada noche
como mejor que antes
estoy pensando en volverme vegetariana
porque todo me hace bien
y yo no quiero hacer mal a los animales

cuando tengo miedo
pongo el horno a 230 º C
apoyo la punta de los nudillos
en la bandeja
donde la piel es fina
y cubre el hueso
durísimo

soy como cualquier animal
atrapado
como cualquier animal
inmóvil
que se revuelve
que levanta la cabeza
y dice
no

respiro

apoyo la piel
finísima

sobre el hueso