sábado, 30 de junio de 2012

sibelius

habré de levantarme
al cabo de mil años
lamiendo
flores

(e.e. cummings)


ha llegado el momento de escribir
mi poema
con el dedo índice
en las entrañas

(no estoy perdida si todavía
puedo indicar el camino y desdibujar
los contornos del mundo)

todavía puedo extenderme
como una vela
sobre el mástil que traza este tic-tac
infinito

todavía puedo abrir la boca
bajo el cielo inmenso y beber
meses de frío
y sangre menstrual
que van entrelazando un caleidoscopio
(la arritmia)
y abandonando
mis párpados en los arrecifes

(no hablo de naufragio si sostengo
el incendio de los cristales)

vivo
enroscada sobre mí
mi poema es
una espiral
sin sentido ni
destino y yo
ya no dibujo
ya no sé dibujar mapas para asegurar
nuevas capitulaciones
al otro lado de esta verdad ciega:
tu epicentro agitando el mar
inconsciente
de mi cintura

(papá me insulta
varias veces al
día
para que entienda el significado
preciso de la palabra
dolor

pero yo soy una única palabra
ajustada a la reverberación de la tierra)

abrí los ojos en abril hace unos días o varios
milenios de sal y mi abuela nunca
supo quererme como yo no sé querer
los brotes que me nacen en el borde
del pubis

estoy tapizando mi habitación con versos
de apollinaire, sobre mi cama
se lee el sol se derramaba un día
como un útero
(es muy difícil pensar en irse)

suena agitada la música de
robots
tengo tanto cuidado con mis manicomios
porque necesito mimar niñas
transparentes, niñas
abiertas sobre la doble
hilera de maxilar y hueso

(masticar el silencio del cráneo y
deglutir lo insípido
no es mi voluntad,
he aquí la esclava del señor)

lo escatológico. lo que no es sudeep
sen

he pasado semanas enteras elaborando
el simulacro para mis catástrofes y ahora
que vivimos el incendio solo puedo
sentarme frente al viejo
hospital y aplaudir
las piruetas de la bailarina

resbalo
entre tantos barrotes

¡blasfemia! ¡blasfemia!

(la parodia romanticista en la que
ambas se masturban
hasta el éxtasis y el asesinato)

la hermosura del colirio y estas
sábanas blancas
(yo no estoy loca)

me constituyo en escisión de todas las
voces y reclamo el derecho inalienable
a ser feliz con mi pecho abierto y las
costillas bordadas a metal y
arena
puedo recorrer todas las
calles de brujas con la estrella roja
de tu sangre en la frente y también puedo yacer
atada en el secreto y el desahucio

pero he venido a este cuarto
abierto a los ocho senderos del mundo
para quedarme

he venido para leer a gritos cada verso
temeroso, para sostener
la nota más aguda
que el violín de mi espalda
pueda ofrecerte

he venido a este cuarto
para quedarme

(voy a dormir arropada en
sibelius y la dulzura de estar viva)

he venido
para quedarme

martes, 26 de junio de 2012

freud


Yo no he matado a nadie. Los ojos cristalizados. Llaman a la puerta, a todas las puertas. El cartero siempre llega tarde. Una película de Pasolini. El silencio de Medea antes de acabar con sus hijos. La mirada del cordero. Los gritos.

todos
esos
gritos

Nadie llora cuando anochece
(¿podemos hacer el amor en berlín?)
Nadie, ven aquí.
Nadie Nadie Nadie
(pobre Odiseo)

Nadie o la Emasculación

la gloria de Freud
oh la jodida gloria del incesto

(lloro porque abrigo mariquitas entre los dedos. lloro porque la piedra es azul. lloro porque estoy viva)

tengo la garganta perforada por finísimos tacones de aguja. no vivimos en brujas y asumir el riesgo de cruzar en rojo. se anula el fundamento universal de la física cuántica y yo ya no sé leer. no escribo en cuadernos. no escribo. todo mi discurso se reduce a estas cuatro líneas. lo que sigue es un despropósito. podría estar muerta. no lo estoy.

las calles se vacían de mí y entonces qué flota y qué es yodo. yo no puedo tener frío. tal humedad en la tráquea. tus manos me están floreciendo como un apretado racimo de petequias. yo a veces sueño con morir en la alhambra. cuántas manos pueden azotar un cuerpo. cuántas manos saben levantar la bomba hache. cuántas manos van fabricando traumas y cianuro para las señoritas de la escuela.

(todo lo que existe en mí es digno
de vergüenza)

quiero decir que estoy aterrorizada como un cachorro mojado y puesto frente al mundo. ahora me extiendo sobre el mundo. el mundo no está encerrado en una cáscara de nuez. quiero decir que no tengo miedo.

me gustaría escribir un poema a tus pies fríos.

yo no soy una cierva herida ni una fuente ni un reloj ni la espalda de alejandra pizarnik
leo a pizarnik toda la noche y me duermo arropada en sangre menstrual y frío.
me duele que se marchen después del nylon. me duele decir que está mal.

pero tú me dueles como seguir viva y eso es nacer.
porque te abro las entrañas en junio y me quemas los ojos
los ojos llenos de tanta tanta luz.

crecer y encogerme sobre mí. me duelen hasta el infinito las costuras en el borde del pubis y a veces intento levantar los brazos para tejer el sol y el mar. rimbaud tararea la nana del vicio. exhumo los engranajes. me desencajo.

quiero decir que no tengo miedo
eso
es 
nacer

domingo, 10 de junio de 2012

killiney hill


(bataille talla venus prehistóricas
y no hace frío)

voy arrancando
las espirales sobre mi pubis hasta tener
un mapa que asegure la huida
sin tribulaciones
a través de los montes que me separan
de irlanda

yo violé la distancia, yo inicié masacres en tantos aeropuertos
y los gritos sobre el fuselaje, yo tejí una
red de sedosas arañas
para sobrevolar el cantábrico
los acantilados
y estrellarme en cork, subir
el verde hasta
la misma casa de dios, ligar con
la virgen y dar los buenos días
a todos
(la infinita alegría de abrazar a mi hermano)
y seguir seguir seguir corriendo hasta
la metrópolis
todos los mares del planeta fundidos
en los ojos de una pelirroja desmesurada
sobre las leyendas de harry clarke
sobre las vidrieras de harry clarke

yo aullé en las iglesias de cemento, yo besé tantas veces
los labios de oscar wilde y esparcí
a cuatro patas
el barro de mi pelo por el camino a killiney hill

en killiney hill
no veía porque no veía ni necesitaba ver
la soledad de la niebla inundándome
la tráquea
y esa calidez impropia que tiene
llorar en irlanda
desnuda en irlanda
con los pies fríos y sangrantes
yo regresé solo para arañar los guijarros
de las playas
para que me cortasen los pies
para sangrar
en irlanda

las olas te empujan hacia la arena y giras sobre ti
y ya no eres tú sino un todo abstracto y abres
la garganta, te abres tú misma por la mitad, sabiendo
como has sabido siempre, como sabes ahora
que estás viva
estás viva estás viva estás viva estás viva estás viva estás viva estás viva 


miércoles, 6 de junio de 2012

divino marqués


[pseudoreflexiones mientras releo teoría sobre el marqués de sade. exámenes
y no hace frío]

(yo también tengo una herida
debajo de cada uña)

cruzas la historia para beber
licor
en una tumba abierta

marqués profanado
bajo la rueda que gira y gira
ahora sí que te golpeamos
en el epicentro

ni el agua ni la mica-feldespato
de los fósiles que son tus dedos
pueden agrietar esta pared
si hoy cruzases el graderío nos tirarías los papeles a la cara
y te jugarías a venus la libertad

tensaste las notas del placer gota a gota
en la dulzura masoquista
que nos envuelve a todos
hoy
no hace frío y pienso
en ti
llorabas por los libros quemados y derramabas minúsculas partículas
de cera en la espalda de una prostituta 
y a veces
te querían 
y a veces tú las querías a ellas
pero nadie entiende
divino marqués
si eras el arcángel o el demonio
que tanto te gustaba dibujar en los cuentos
(¿cuántas veces perseguiste a tus demonios
por la celda vacía
y les hiciste el amor contra las paredes?)

eros y tánatos
eros y tánatos

divino marqués
yo sé que tú también tenías
miedo

al menos supiste
desencajar las vértebras de una sociedad condenada a los automóviles

libertino
de confesión y acto
demencia sublimada a pluma
y tinta y golpes sutiles como dormir bajo una lápida
sin nombre

por qué te encerraron a ti
y no a quienes sorbían la savia virgen, a quienes arrancaban
estambre a estambre
los pétalos de las amapolas e imponían
desiertos a todo este dolor
húmedo
que nos arrasa los ojos

(los ojos llenos de tanta
tanta luz)

veo tus cabellos proyectándote hacia el suelo,
elevando un cuerpo mínimo y lastimado
por el tiempo la miseria
la melancolía
(solo los locos saben hacer teatro)

lo has conseguido
divino marqués
son tres siglos dos cafés y la ansiedad destrozándome las sienes

a mí también
me has roto los esquemas

sábado, 2 de junio de 2012

no podemos olvidar irlanda

 ahora mismo vamos
a salir de esta casa y romper todas las luces
de nuestra generación
órdenes de desahucio clavadas en cada puerta mientras
avanzamos metro a metro, golondrina a
golondrina por la línea divisoria de los acantilados

desalojamos a los sacerdotes de las iglesias
las iglesias permanecerán cerradas mientras no respondan al
sufrimiento humano
poco a poco
iremos disolviendo los andamios que estructuran
esta crónica de arritmias

entiende que cuando la princesa
llora no florece el guisante ni mana
agua de las piedras ni somos menos pobres ni
cesa esta cruz atravesada en mis trastornos
de viernes y febrero

nuestra florencia renacida al frío

respiro sobre los cristales levantados
resistiendo
la imprecisión técnica de tantas
máscaras
empienzo a convertir
mis pulsaciones en una confluencia
única de sangre menstrual y líquido
cefalorraquídeo

yo pintaba cejas en los árboles y tenía
cuatro años y estaba sola bajo los columpios

ahora tengo los ojos hilvanados en un sueño de trigo
y van gogh
por eso recuerdo el calor impreciso de mi vientre
abierto sobre todas las mesas de mármol
y la necesaria disección de mis rendiciones, nervio
a nervio, el útero no puede ser un páramo

sobrevivir
a la angustia de no saber escribir mi nombre
con minúscula

pequeña gwendoline arrodillada en los extremos del río
pequeña gwendoline que vuelves a las cuatro de la mañana
y dejas la cocina regada de ginebra y
sangre porque
todavía
tienes miedo

en esta tensión callada del azufre, los trajes de oficinista
y el placer hipotecado a plazos
pretendo escribir hasta redimensionar cada grieta de las ventanas
se derrumbarán las ventanas de este edificio, de todos
los edificios y caerán los diques sobre las casas de los
fariseos y saldrán las mujeres a danzar en la arena
con las caderas desnudas
y el pubis pintado de verde y granate
habrá una X y una H y una B infinitas bajo
mis tobillos porque estas letras me parecen tan hermosas
como apretarte la mano cuando todo
está bien y nadie
entiende
por qué está bien
así
con esta sencillez de no hacerse daño
y dejar que sonrían los ojos

supongo que es tarde, que desvarío por la
necesidad de cafeína y de un tratado
profundo acerca del shibari o bondage japonés
que no termina de llegar a mi estación de 
correos, pero resulta incluso posible
cerrar los ojos y renunciar a las
fronteras azules de tu voz
tu voz que va cubriendo
las paredes las ventanas
la alteración exacta de los dedos buscándote
en mi vientre
violando la sonrisa vertical
que te arrancaría los labios si te descuidases un solo segundo
y que se derrama como un cáliz colmado
de tanta vida y tanta sed
respiramos la humedad selvática en una tentativa de
equilibro
imposible

imagina
las manos extendidas de una esclava
sobre tantos
tantos templos
y el apocalipsis oculto en un
breve
instante de éxtasis