miércoles, 8 de enero de 2014

quirófano

las luces
no tienen proyección en los cristales
hay un silencio verde
sin continuaciones
que esconde el pecho
las manos

espero
a gardel en los ojos de los muertos

nos perdono las manos
nos perdono las vidas
y cierro los ojos

quiero pedir que el dolor se quede dentro de mí
íntimamente escondido
en el reverso
el dolor como una galaxia impura
imprecisa
y desigual
quiero aceptar las estrellas reventándome
la piel, este milagro
de la muerte sin que nadie
se dé cuenta,
este dolor que no escucha
no molesta
a nadie

este santo milagro
de la muerte

rechazar el protocolo
morder el escalpelo
morder con toda la violencia las pinzas
devorar las agujas
e ir succionando
la sangre
que no veo
y siento aún
resbalar
en este dolor impreciso
este dolor previo
este dolor posible
del que me obligan a escaparme

sigo aquí
los ojos cerrados
las manos apretadas
la fascinación aséptica
los ojos cerrados
levantarme y decir
no, sea lo que sea, yo me voy
me borro del circo
me marcho y será lo que tenga que ser
y no volveré a ponerme crema solar
nunca
y frivolizaré todo lo que quiera
sobre este dolor galáctico
esta indefensión
de la piel
que decidimos cortar estirar
tensar transformar
cuando el ejército aún es débil
cuando no han llegado los caballos
cuando la médula blanquísima
no me ha borrado
todavía
los ojos

pero al final
me quedo aquí
fingiendo ser mucho más dura de lo que soy
admitiendo que las cosas llevan su tiempo
aceptando las marcas
imprecisas
sonriendo a todo el mundo
cuando me cuesta
sonreír
en el espejo

[es la primera vez que me regalas flores
son flores blancas
están hechas de mar

el ruido de las olas es más fuerte aquí

el ruido de las olas es verdad aquí
y ya estoy fuera
ya estoy lejos
de lo que me asusta
así
para siempre]

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