mi cuerpo es una omega
invertida
te digo esto para que
imagines
una curva alterada
por infinitos pájaros
que se vuelven espiral y
conforman
una carretera descendiendo
a las playas de pontevedra
a lanzada
virgen
la literalidad absoluta
me fuerza a dibujar el cielo
y mi cuerpo desnudo, erizado
las manos trazan una silueta
inconstante
sobre el mar a las ocho cuarenta y
nueve
minutos de la tarde
la estrella de sangre repentinamente
caída
tardo veintidós
segundos en superar
este imperio de las
urbanizaciones
ahora ya
no existo, ya no pertenezco
aquí
todas
mis ciudades industriales
se
desvanecen
en el
círculo perfecto
del mar
y el sol
rasgando
el horizonte
como
rasgo yo la línea que me separa del agua
y
claveteo los poros, levanto las ingles
el agua
está tan fría, mis pechos son tan blancos
y yo me
he vuelto tan
tan
pequeña
me hace falta muy poco
o quizá demasiado
para sonreír
un cuenco de fruta y tres
libros
patente de corso para
arrancarte
la piel y estructurar los
pedazos
en esculturas posmodernas
que sepan hablar
de mi dolor húmedo
los gatos somos así
checoslovaquia arde, europa lleva
siglos
retorciéndose estéril
sobre las montañas de mi nombre
y es por eso que me encantan los
cunnilingus,
desearía hablar de la gloria salvaje
y del sol varado, pudriéndose
como escudos brillantes y de los
escudos
brillantes como el pecho de aquiles
(el pecho de aquiles cobija
arañas
y barcos y andamios y a
patroclo vuelto
corredor en wall street)
(veinte metros de profundidad
el fiscal se está quedando sin
aire, una vez leí que cuando agonizas
bajo el agua
vives azul FAULKNER
desgarrando las arterias y todo es un
incendio
detrás de los ojos, tus pupilas
atravesando
el cráneo
y que entonces
se funden los alvéolos en un crisol
maravilloso, sangre y lo neumático
reventándome
las sienes)
(poseidón nunca abre los
labios
y mis pechos
son dos estambres maduros)
mi ciudad industrial
se refleja
en la osa menor
estoy sola en esta playa
llena de gente
y tú
estás conmigo
a apenas dos centímetros
bajo la piel
ps: disculpas a Ted Hughes por utilizar uno de sus versos. sé que nunca me lo perdonaría.
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