lunes, 14 de mayo de 2012

erótico

[o pseudoreflexiones al hilo de la incipiente operación bikini]

vamos bordeando los arenales
en un silencio de catedral o
sepulcro, hilvanando la
necesidad y los deseos a esta
imagen inmóvil sobre
nuestra frente

extendemos los dedos hacia la
tierra 

vivimos en mayo, las mujeres sacan
sus vestidos al sol y lloran
frente a los espejos
las mujeres se pellizcan los muslos, compran
productos milagro y no hacen el amor a la
luz del día

vivimos en mayo, todo mi edificio
tiembla bajo la palabra y el viejo
otto llora desnudo en la escalera
sin pelo en todo su cuerpo
animal, otto es ladrido y dientes
como agujas

vivimos en mayo, los niños experimentan
por primera vez la pulsión dulce de la antropofagia en
las puertas de los colegios y
os aseguro que he visto
al santo padre sentarse a la mesa
con los grandes chacales de indochina y germania
a debatir nuestro
futuro

vivimos en mayo, dicen en la televisión que españa
cae cae cae
y que solo podemos mugir como
pobres becerros para amortiguar la caída sobre
nuestras espaldas rotas

debe ser que pertenezco a otra época o que
he decidido pertenecerme a mí misma, pero vivo
en mayo con esta lasitud de existir demorándose en mis
costillas y la voz de cohen rompiéndome los oídos y la desnudez
sinvergüenza y sin vergüenzas en las playas y el placer
inútil de devorarte con las ventanas abiertas

devorarte no tiene sentido ni
destino ni atisbo de
utilidad práctica
y yo ya no quiero
vender un cuerpo semiestabulado, encadenado a
las dietas los antidepresivos la falta exponencial de
grasa
al mejor postor, a ningún
postor

me lleno los ojos con la curva de tus manos
de tantas manos volcadas sobre el infinito

supongo que no entiendo los mecanismos del sexo
sin palabras y esta maldita costumbre que tenemos
de no follar con las mentes y matar mirada a mirada la
insinuación y reírnos de los cuerpos gordos
flacos oscuros pecosos afeminados
andróginos llenos de pelo como
ciervos acuáticos
esta maldita costumbre de esconder nuestro miedo alimentando
el miedo de otros

porque hay palabras que dan tanto
tanto miedo

palabras como lesbiana queer identidad transgénero
dominante confianza voyeur trío cuero
bondage petting, y por supuesto
pinzas
(para los pezones)

tenemos tanto miedo del placer
que lo hemos arrancado
de las sepulturas y los divanes decimonónicos para
condenarlo a las revistas de moda, a la cárcel de los
cánones y las bocas suturadas con hilo metálico

y este temor que nos obliga a enseñar y
prometer una distancia perfecta entre
lo que se es y lo que se quiere ser, este absurdo de
no sentirnos nunca felices, de pecar por
pecar y comprar horas de clímax a plazos, y a plazos
hipotecar la seguridad de un cuerpo y una mente
siempre imperfectos, siempre
sucios, siempre inacabados

los fariseos dicen que imperfecto,
sucio e inacabado
son las marcas de la desolación

qué hemos hecho tan mal para que las mujeres
quieran ser juguetes de hueso
y rama torcida, piel tensa sobre
frío

me necesito
pura en los espejos
con cada diminuta estría de mis caderas, con cada
pelo inoportuno, con cada curva que me revienta
el ombligo en un millón de petequias

te busco selvático

reír en la
dinámica
quietud de estas noches sin noche y sin
sueño

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