miércoles, 13 de febrero de 2013

extranjeros


¿Cómo quieren que haga
un poema con estas palabras?
Bueno, ¡qué le vamos a hacer?
No lo haré

[Boris Vian]

[Je suis vraiment desolée, Boris Vian]

las puertas del barco
se agitan en un vaivén
suave
el capitán me ha invitado a cubierta
por primera vez
y hemos bebido toda la noche
hemos bebido y bailado y visto
nacer la luna, hemos
brindado con sangre
fresca
tan fresca que casi quemaba
en la lengua al tragar
y había que apretar
muy fuerte los dientes
para no escupir
para no renegar de los lazos
extendiéndose en azul-oscuro-casi-negro
por las maderas y los mástiles y los
ojos del capitán

había que apretar
muy fuerte
la boca los párpados
las axilas
para no saltar al océano

la paz neutra
de yacer
sobre el silencio

[querrías verme así,
¿querrías verme así?

¿querrás verme así?]

desde la bodega nos saludaban
los exploradores
ingleses
cada uno con su impoluto
ejemplar de Le Jardin des Supplices

discutían la posibilidad de una isla
y la cantidad exacta
de fuego
en la piel de los indios

nos consideraban
dulcemente
irrelevantes

entiendo este dolor como una palabra
sostenida
que eclosiona
en el pecho
una flor violenta-violeta
un nenúfar de cianuro
y plutonio
punzando en las arterias
hasta abrirse
camino

[las raíces
invadiendo
los dedos]

el azul brillante y la mirada
radioactiva

este sueño transparente

la juventud y la vida
porque escribir goethe
aquí
significa ensuciar
veinte siglos de historia
y sin embargo
escribo goethe
me lleno la boca de barro
y trago
lentamente

[es difícil
tragar
si sonrío
a tus ojos
abiertos

bebo y bailo y bebo y río,
te miro y bebo y río
y trago
y existe solo este silencio
como una infinita
araña de cristal
sobre nuestras cabezas

[o esta araña de cristal
como un silencio
infinito
sobre nuestras cabezas

la ambivalencia
de permanecer
aquí]

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